¡Bienvenidos de nuevo al blog del crecimiento personal!
Recordáis que en el último artículo hablábamos sobre la energía, de las diferentes frecuencias de vibración que existen en el universo e, incluso, sobre algunas nociones de cómo detectar en qué frecuencia de vibración nos encontramos.
Pues bien, como dijimos, saber en que frecuencia de vibración nos encontramos es tan fácil y tan difícil como observar nuestro entorno y ver qué personas, situaciones o cosas nos rodean. Si lo que nos mueve y lo que nos rodea es el miedo, la culpa, el castigo, la amenaza, etc…. estaremos influenciad@s por una frecuencia de vibración primitiva o baja. Si, por el contrario, nuestro entorno y nuestro círculo funciona bajo la aceptación, la esperanza y la fe, nos encontraremos en una frecuencia de vibración media. Pero, si somos de las pocas personas que se encuentran bajo la energía de la certeza, la gratitud y el amor incondicional, seremos una de las personas que caminan por la iluminación, por la energía más alta.
Para ver en qué frecuencia de vibración nos encontramos, es sabio observar sin juicios a las personas que nos rodean.
Os diré que la gente que rechazamos o que de alguna manera hace que sintamos alguna emoción negativa, es aquella que nos está mostrando una parte de nosotros que no amamos y que no reconocemos. Pues bien, hasta que no amemos esa parte de nosotros, seguiremos atrayendo esos rasgos no aceptados ni amados, en forma de amigos, jefes, compañeros, pareja, etc…… con lo cual, vibraremos en su misma frecuencia y ellos vibrarán en la misma frecuencia que nosotros.
A medida que disolvamos esos resentimientos, amemos a aquellas personas que rechazamos, y amemos aquellos rasgos que negamos en nosotros mismos, iremos subiendo nuestra frecuencia vibracional, porque todo es amor, amor incondicional.
Por eso, esas personas que permanecen en la “frecuencia baja” y no quieren evolucionar por miedo al cambio, desaparecerán de nuestras vidas, como por arte de magia, a medida que vaya subiendo nuestro nivel de frecuencia. Nosotros también habremos subido un escalón hacia nuestra iluminación.
Por ejemplo, ese hecho, suele ser común en las parejas. Parejas que llevan muchos años juntos y los dos se quejan de que están “trabajando” para la relación, pero cada uno trabaja según sus valores sin tener en cuenta al otro, y/o uno de ellos evoluciona más que el otro o de manera más rápida, con lo cual, estos factores son determinantes para plantearse una posible ruptura de pareja o un cambio en la misma. (Pero de este tema, hablaremos con más detenimiento en el futuro).
De igual forma, cuando percibimos algún rasgo que nos encanta y nos deslumbra de alguien, es porque nosotros también lo tenemos y es sabio ver dónde lo tenemos porque eso nos da más confianza, seguridad y nos ayuda a inspirarnos para conseguir nuestra iluminación.
Una vez que trabajamos hacia el amor incondicional, vamos subiendo escalones en las distintas frecuencias de vibración, esto quiere decir que hemos superado un gran número de pruebas y que hemos aprendido la lección. Eso nos da sabiduría y una gran capacidad de amar incondicionalmente, para poder entender a las personas que aún están en una frecuencia vibracional inferior, incluso para poder ayudarles.
Las personas que están a un nivel bajo de vibración, no podrán entender ni comprender a las personas que están a un nivel superior, por eso, naturalmente, tenderán a rechazarlas.
Por lo tanto, si os atrevéis a trabajar y a subir vuestro nivel de frecuencia, es sabio contar con el rechazo de la gente que os acompaña en este momento, porque ellos no querrán veros cambiados, querrán que sigáis a su lado, y siendo cómplices de ellos mismos, de sus miedos, de sus quejas, etc. ¿te suena todo esto?
Pero si nos atrevemos a vivir y a superar el rechazo de esas personas, tendremos la aceptación de otras personas que se mueven en nuestro nuevo nivel de vibración. Personas más acordes con nuestra nueva forma de ser, personas que nos apoyarán y nos desafiarán para que sigamos creciendo en nuestro camino de evolución y de iluminación.
Como breve reflexión, ¿habeis observado que hay personas que, con su sola presencia producen como una oleada de vitalidad, alegría y sanación? Y ¿habeis observado que hay personas que, con su sola presencia provocan cansancio y negatividad?
Las personas que “iluminan” un ambiente, que “sanan” con su sola presencia, son personas que se encuentran bajo una frecuencia vibracional alta y su energía es tal que, con su sola presencia, “curan”.
Vosotros os preguntaréis cómo podéis ir hacia la iluminación y llegar a comprender el caos aparente en vuestra vida.
El universo es sabio y le entrega a cada uno las pruebas necesarias para su crecimiento, para que pueda llegar a experimentar el amor incondicional. Por lo tanto, si nos quedamos paralizad@s ante un reto, estamos parando nuestro crecimiento. Por el contrario, si optenemos el aprendizaje de ese gran reto, pasaremos la prueba y habremos “aprobado la lección” para seguir el siguiente “curso”.
Hay muchas formas y herramientas para poder ver la magnificencia universal y poder alcanzar la iluminación.
Si sois atrevid@s, yo puedo demostraros cómo con el Método Demartini, podreis eliminar los resentimientos, las culpabilidades y los miedos que pertenecen a una frecuencia de vibración baja. Os ayudará a abrir el corazón a la verdad, a la gratitud y al amor incondicional, todas ellas pertenecientes a la frecuencia de vibración alta.
¿Queréis experimentar la gratitud, la certeza, el amor incondicional….?
Podéis llegar hasta donde elijáis, vosotros ponéis los límites.
Todo es perfecto, y perfecto es donde cada uno elija vivir y quedarse, ya que no hay nada que se escape del orden divino.
¿Os atreveis a cambiar…?
(Ana Jiménez)
Cambio Vitae 